No es la primera ni la segunda cerveza lituana que pruebo, pero sí con la que más he disfrutado. Me imagino que serían más las ganas de cerveza y el cansancio acumulado de la semana que la propia calidad de la cerveza, pero lo cierto es que desapareció en cuestión de minutos. Medio litro de rica cerveza rubia, un par de partidas de dardos, otra cerveza más y de vuelta a casa. Buen jueves.
Kees Export Porter 1750
Hace 1 semana


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