La Ronda #16 El nombre en la etiqueta

Se que llego un poco tarde a esta edición de La Ronda, pero pese a que últimamente no actualizo mucho el blog no me la podía perder.

¿Cúal nombre le pondrías a tus cervezas? y ¿por qué?.

Y es que el nombre que le pondría a mi cerveza es una pregunta que me viene rondando la cabeza desde que, hace ya cosa de un año, decidiera que tarde o temprano acabaría haciendo mi propia cerveza. Y en esas estamos: Ya elaboré una primera cerveza (con extracto) para ir familiarizándome con los procesos y puliendo errores, sembré cebada que traje de la abadía de Koningshoeven (la cual fue devorada sin piedad por los pájaros) y hoy mismo acabé de recoger mi primera cosecha de lúpulos nugget. Porque la idea es esa, acabar haciendo una cerveza totalmente artesanal con cebada y lúpulos de Fonciello, que es donde vivo. El nombre aún no lo tengo totalmente decidido pero de momento esta primera cerveza de prueba es y será la Fonciellaner.

Rodenbach Grand Cru

Hace unos meses pedí esta cerveza en una cervecería de Madrid y cual fue mi sorpresa cuando la camarera me dijo que no me la podía servir porque unos clientes que la habían tomado antes le habían dicho que la cerveza estaba avinagrada. Me dijo que ella misma la había probado y también le parecía que estaba en mal estado.

-¡Sírvame una a mi también, por favor! que no me lo creo...
-No puedo, todas las botellas de la caja están igual.
-¡Insisto!
-Muy bien, usted verá...

Y lo vi. Rica cerveza roja de Flandes del Sur, fermentación mixta (fermentación alta y flora bacteriana), dos años de maduración en barricas de roble, sabor ácido, acre, aroma afrutado. Lo que era de esperar en una cerveza que no lleva azúcar, ni levadura y que se pasa dos años evolucionando en una bodega.

-¿Que tal está la cerveza?
-Muy rica.
-¿Cómo que muy rica? ¿No le sabe raro?
-Si, pero es que esta cerveza es así.
-¿Qué me está usted diciendo?
-(Le explico toda la historia)
-Pues acaba de salvar usted que la caja acabe en la basura. Está usted invitado.

Samuel Adams Boston Lager

Hasta hace relativamente poco tiempo la Samuel Adams Boston Lager era junto con Budweiser y Miller las únicas cervezas estadounidenses que se podían encontrar por estos lares. Y eso, si contamos a Budweiser y Miller como cervezas porque en realidad se parecen a la Samuel Adams lo que un huevo a una castaña. Una tiene sabor y las otras no, una tiene aroma y las otras no, una la fabrica una compañía que se preocupa por los consumidores y las otras...
En fin, cada vez que vuelva a leer una noticia de una fusión/compra/absorción de un mega grupo cervecero (léase Anheuser-Busch/Inbev, Heineken, etc) pienso tomarme una Samuel Adams como medida de protesta. ¡que les den!